La Federación Internacional de Fútbol Asociado (sí, la FIFA) ha decidido sancionar al delantero uruguayo Luis Suárez, luego de comprobar la agresión de este contra el defensor italiano Giorgio Chiellini, en el partido en el que los charrúas derrotaron uno a cero a los europeos, quedando estos eliminados con ese resultado.

El máximo ente rector del fútbol mundial ha suspendido a Suárez por nueve partidos oficiales con su selección, con lo que el Pistolero le dice adiós al mundial. Además, le prohíbe jugar por cuatro meses profesionalmente, con lo que no participará al menos en las primeras diez jornadas de la Premier League inglesa (si es que el Liverpool lo mantiene en sus filas, puesto que pese al escándalo, el Barcelona español pretende contratarlo). Además, lo ha expulsado de la concentración uruguaya, le ha impuesto una multa de más de 100 mil dólares, además de impedirle la entrada a escenarios deportivos. Una sanción desproporcionada, sin dudas. Bastaba con la suspensión en la Selección por esa cantidad de partidos. Era inevitable, de cualquier forma. 

Llama la atención que la FIFA actúe de esa forma con Suárez y con el seleccionado uruguayo, y no mida con la misma vara otros casos, como el codazo de Neymar a Modric en el partido inaugural. Si nos basamos en el criterio de que debe sancionarse lo que el árbitro no vio, habrá que esperar que, en lo que resta del mundial, se castiguen las patadas arteras, los puñetes, escupitajos u otras acciones que los réferis no vean, con el mismo rigor con el que se ha castigado a Luisito.

También debería suspenderse, con la misma dureza, a Mario Balotelli, por su salto mortal sobre Álvaro Pereira. Y si nos remontamos al pasado y queremos sancionar lo antideportivo, pues que se anule el gol con la mano que anotó Diego Armando Maradona, el más grande futbolista de todos los tiempos, con el que Argentina derrotó a Inglaterra en México 86. Que se vuelva a jugar el mundial de Sudáfrica 2010, pues la clasificación de Francia fue con trampa, gracias al pase-gol-con-la-mano de Thierry Henry.

Hay muchos ejemplos más para mostrar. Pero allí la FIFA no actuó de la misma manera. En parte ha hecho esto por la presión mediática, en especial de los medios ingleses e italianos, cuyas selecciones fueron eliminadas a manos de Uruguay. ¿Recuerdan que la FIFA hizo que siete futbolistas costarricenses vayan al antidoping, cuando solo debían ir dos? Eso fue luego del histórico triunfo de los ticos sobre los peninsulares.

A esto hay que sumar el linchamiento de los usuarios de las redes sociales. En muchos casos se trata de gente que no ha pisado una cancha de fútbol, o no ha jugado en una pista de su barrio, en donde se usan todos los recursos, buenos o malos. Este deporte no es solo talento y habilidad. A veces es necesaria la maña. No es ningún problema psicológico como han dicho algunos opinólogos. Suárez intentó provocar a Chiellini mordiéndolo, para que le cometa penal. No le salió. Corrió su riesgo y ha pagado.

En son de broma, dicen que a Suárez "le han cortado los dientes", parafraseando lo ocurrido con Maradona en Estados Unidos 94, quien dijo que "le cortaron las piernas". También puede decirse que Uruguay va a quedar disminuido sin el Pistolero, y que será presa fácil de una Colombia que hizo puntaje perfecto en la primera fase. Sin embargo, la celeste no podrá ser la mejor selección, pero en estas situaciones se agranda. Después de su dura caída ante Costa Rica, superó a Inglaterra e Italia y los mandó a su casa. Allí estarán Godín, Lugano, Cavani, Pereira, Forlán y compañía, para recordar que en Uruguay no nació cobarde. 

HEROICA ARGELIA

Lo de la sanción de Suárez ha sido lo más destacado de la jornada del 26 de junio, que no ofreció gran nivel de fútbol. En todo caso, para no ser injustos, la clasificación de Argelia, tras empatar con una despintada Rusia, es algo digno de resaltar. Ahora deberá enfrentar a Alemania en octavos, reeditando aquel duelo de España 82, donde los africanos sorprendieron y vencieron 2-1. Bélgica, pese a haber superado su grupo con puntaje ideal, no ha llegado a ser todo lo que se decía antes de la Copa. Le toca jugar con Estados Unidos, que anda en las mismas. Quien se regresó rápido, pese a su victoria sobre una deslucida Ghana, es Portugal, con un Cristiano Ronaldo lesionado y con sus compañeros por debajo de su nivel.