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los alemanes celebran en el maracaná. (GETTY IMAGES)

Alemania, un gran campeón

Los dirigidos por Joachim Löw coronan en Río de Janeiro un esfuerzo de ocho años para renovar y mejorar su fútbol

Publicado: 2014-07-13

"A la tercera va la vencida" dice el popular dicho. Pero con Alemania recién se dio a la cuarta. Luego de tres mundiales seguidos alcanzando las semifinales, recién en este pudo lograr el ansiado título mundial, luego de 24 años, confirmando, por fin, su supremacía en el planeta del balón.

Lo logrado en Brasil por los muchachos de Joachim Löw no es fruto de la casualidad. Es un resultado de varios años de trabajo, luego del hueco en que cayó el fútbol alemán en el inicio de este siglo. El subcampeonato en Corea-Japón 2002 fue el comienzo de la recuperación. Como locales en el 2006 quedaron terceros. Pero no quedó una buena sensación.

Fue a partir de allí que se inició una revolución en el fútbol alemán. Löw tomó la conducción de la selección luego de ese tercer lugar, e inició el cambio. No solo recuperó el nombre que tenían los teutones en el concierto internacional, sino que le adicionó algo que no los caracterizaba: el toque, el talento, el buen fútbol. Si antes destacaban por su fuerza y contundencia ofensiva, ahora le han agregado ingredientes que han generado  que el amante del balompié sienta placer al ver jugar a los alemanes. Schweinsteiger, Klose, Khedira, Özil, Lahm y compañía no tienen nada que envidiarle a cualquier futbolista latinoamericano, porque juegan al fútbol tan bien como ellos. Y no solo eso: Alemania es tetracampeón como Italia y buscará igualar a Brasil en el futuro.

EL PARTIDO

El juego decisivo fue parejo en los 90 minutos iniciales. Argentina tuvo dos claras en el inicio: un gol anulado por posición adelantado y otra ocasión desperdiciada por Higuaín luego de un error de la defensa alemana. Así, las oportunidades de gol estuvieron en ambos arcos. Sin embargo, Sabella quemó sus tres variantes antes del tiempo extra. Lavezzi le estaba dando  movilidad al ataque argentino, pero Pachorra optó por el Kun Agüero. Argentina perdió fuerza ofensiva y Alemania supo controlar el partido, hasta ese remate de Gotze, a seis minutos del final. Como lo que hizo Andrés Iniesta en la final de hace cuatro años, solo que fue tres minutos antes de los penales.

Lo cierto es que Argentina no se asustó con Alemania. Le jugó de igual a igual y hasta pudo ganar el partido. Sin embargo, su mala puntería le pasó factura. Como equipo respondió muy bien en la cancha. Aunque Messi intentó algunas pinceladas, quedó en deuda. No ha hecho un mal campeonato del mundo, pero la concesión del Balón de Oro fue excesiva. De todas maneras, el seleccionado argentino ha hecho una gran Copa y es un gran mérito haber llegado hasta esta instancia.

Finalmente, este mundial ha sido, sin lugar a dudas, uno de los mejores de los últimos 30 años, por la cantidad de goles y el nivel de juego. Todos los equipos, sin excepción, se volcaron al arco rival por más que el rival fuera poderoso en la teoría. Cómo olvidar ese atrevimiento de los costarricenses contra uruguayos o italianos; o de los argelinos con los propios alemanes. En la primera fase el promedio de goles llegó a ser de tres por partido. Ojalá que este sea un punto de quiebre para el fútbol del futuro.


Escrito por

Victor Liza

Periodista pobre, pero honrado.


Publicado en

La Ruta del Salmón

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