Freddy Ternero fue un futbolista que no pasó de ser regular. Pero alcanzó el éxito en este deporte como entrenador, al sacar al modesto Cienciano campeón de la Copa Sudamericana el año 2003, el máximo logro a nivel de clubes de la historia del fútbol peruano, derrotando en la final al laureado River Plate de Argentina. Después ganó la Recopa Sudamericana 2004, ganándole al rival eterno de los "millonarios": Boca Juniors. Luego agarró la Selección en los últimos partidos de las eliminatorias para el mundial de Alemania 2006, pero le fue mal. Desanimado por ese momento duro, se arrimó a la política. Postuló a la alcaldía de San Martín de Porres, su distrito natal, por Somos Perú, el partido del gran Alberto Andrade. Quizás por ser novedad y por su imagen exitosa en el fútbol, fue electo alcalde del populoso distrito en octubre del 2006. Sin haber hecho una buena gestión, fue reelecto el año 2010 con la primera mayoría, esta vez por el PPC. Ahora se lanza a una tercera gestión, de la mano de Solidaridad Nacional, el partido de Luis Castañeda. Sí, el mismo que cobró doble sueldo; que se tumbó 300 árboles en Chorrillos de madrugada y sin previo aviso; que partió en dos Barranco y que, aunque la Fiscalía lo haya limpiado, estuvo detrás de la operación Comunicore. Más allá de estas perlas del Mudo, conocidas por todos pero igual perdonadas porque hace obra aunque se demore seis años con el Metropolitano, es una lástima que Ternero, que pudo haber tenido un buen porvenir en el fútbol como DT, se haya convertido en un verdadero tránsfuga, cambiando de partido como de club al mismo estilo del Checho Ibarra. Como tantos alcaldes en Lima.

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Además de Ternero, sobre quien no solo pesa el asunto del transfuguismo sino el de tener a un distrito como SMP peor que antes, junto a denuncias serias de corrupción, tenemos el caso de Enrique Ocrospoma, alcalde de Jesús María desde el 2007. Aunque se ha mantenido leal al Partido Popular Cristiano (PPC), busca su tercer periodo al frente de este distrito. Un buen sector de vecinos jesusmarianos (¿así se dice? sino me corrigen) han denunciado que este alcalde ha cometido algunos abusos, como el intento de construir una casa para adultos mayores en la avenida de La Peruanidad. Esto no estaría mal si no obstaculizara la visión de los vecinos hacia el Campo de Marte. Finalmente, dicha construcción fue abortada. También impulsó una construcción de una base de bomberos en el Parque de los Próceres, llevándose de encuentro menos árboles que Castañeda, pero llevándoselos al fin y al cabo, contra el pedido de los vecinos. Además, permitió que los propietarios del Real Plaza hagan y deshagan en la construcción de su nuevo centro comercial en la avenida Salaverry, generando molestias en los vecinos de la Residencial San Felipe, especialmente con los trabajos de madrugada, pese a que ello no está permitido. Por si fuera poco, la fiscalía ha pedido seis años de prisión para Ocrospoma, por supuestas "contrataciones fantasmas" para simular obras en calles. Pero para el PPC de Raúl Castro todo esto no quiere decir nada. Y parece que para un sector de los vecinos de Jesús María tampoco, porque según las encuestas será reelecto, gracias a que la mayoría simple manda.

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Otro alcalde cuestionado es Marco Álvarez, quien va por la reelección en San Borja, de la mano del PPC. Muchos sanborjinos no sabían, cuando lo eligieron el año 2010, que su actual burgomaestre es responsable de la desaparición forzada de Lucho Manrique Escobar, acaecida en 1989, cuando era jefe político militar de Huancavelica. La fiscalía ha solicitado 25 años de prisión para el también coronel en retiro del Ejército Peruano. Además de eso, tiene diversos cuestionamientos en su gestión como alcalde, y los candidatos que aspiran a sucederlo han denunciado que su equipo de campaña sabotea sus paneles y propaganda electoral. Pese a todo, Lourdes Flores se toma fotos con él. Y parece que se encamina a un segundo periodo, porque tiene la primera mayoría según algunas encuestadoras.

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Pero el caso más crónico es el de la provincia constitucional del Callao. Otrora rebelde y luchadora contra las injusticias y la libertad, desde hace 18 años se ha resignado a ser gobernada por Chim Pum Callao, un movimiento que ha desvirtuado el grito de guerra chalaco y que se mantiene en el poder gracias al clientelismo político. Pese a las denuncias serias de corrupción, reveladas en la prensa, contra el presidente regional Félix Moreno y el alcalde Juan Sotomayor, ambos serán elegidos ni siquiera por mayoría simple, sino por más de la mitad de los votos. Por si fuera poco, entre ellos mismo se chuponearon hace un par de años, pero se han vuelto a juntar hermanados por el poder. Sin embargo, a la gente chalaca no le importa e igual les dará su voto, quizás agradecida por las dádivas que recibe.

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Por eso no debe sorprender el voto que recibe el señor Castañeda en Lima. Porque para los limeños, los chalacos, y la mayoría de los peruanos, ha quedado impregnada esta filosofía: no importa que robe, sino que haga obra. Y habría que añadir: No importa que sea tránsfuga. No importa que sea asesino. No importa que se chuponeen entre ellos. Y tampoco importa que las obras que haga estén mal hechas, sino que las hagan. Porque en el Perú actual, solo importa lo que me den, no importa cómo. Y los demás que se jodan.