Hay que seguir avanzando sin marearse
Perú logró el empate que necesitaba ante Colombia para clasificarse a cuartos de final, algo que consigue por séptima vez consecutiva.
La selección peruana no era un desastre antes de la Copa América. Tampoco es una maravilla ahora por pasar la primera fase de este torneo. El grupo que le tocó enfrentar no era sencillo. Ahora es fácil decir que Perú tenía los argumentos necesarios para tentar la clasificación a cuartos de final, sin ser un gran equipo. Decirlo antes hubiera sido políticamente incorrecto y hasta calificado de iluso.
Pero sí había argumentos. Uno de ellos era el énfasis en la marca, el mismo que aplicó Sergio Markarián en la Copa América anterior (la del 2011 en la que salimos terceros), pero que lamentablemente abandonó en las eliminatorias para Brasil 2014. A este elemento, el nuevo entrenador Ricardo Gareca le ha agregado el jugar de igual a igual ante el rival de turno, sin descuidar su zona de atrás. Además, el Tigre ha apostado por la recuperación, de a pocos, del estilo que caracterizó al fútbol peruano: el toque de balón al ras del piso. Siendo consciente de que nuestro balompié no es de alto nivel en Sudamérica, Gareca ha cambiado en algo la cara a la Selección.
Otro elemento es el potencial que tienen los futbolistas peruanos, y por ende sus equipos. Es de perogrullo decir que el nivel es bajo, pero hay que recordar que en la Copa Libertadores de este año, Sporting Cristal le ganó este año a Racing de Argentina en su cancha, y River Plate del mismo país no pudo en los dos partidos con el humilde Juan Aurich. Es cierto que ninguno de los clubes peruanos pasó de ronda, pero estos resultados dan cuenta de que si se trabaja mejor se puede llegar más lejos.
Estas cuestiones las ha tenido Gareca en cuenta. Por eso, como en el partido ante Brasil, la blanquirroja salió a la cancha sin complejos ante la Colombia de James y Falcao, quienes no pudieron desplegar su mejor juego gracias al trabajo de Christian Cueva y Josepmir Ballón. Esta vez Vargas estuvo más atinado por su sector que en otros partidos, mientras que Advíncula volvió a destacar por el lado derecho. La defensa peruana estuvo atinada, y pasó pocos sobresaltos. En los minutos finales supo resistir los embates colombianos, y administrar la pelota con tranquilidad. De esa forma, se logró el empate que hace que Perú sume cuatro y diga presente en los cuartos de final.
Colombia tuvo que esperar hasta el final por una victoria de cualquiera en el duelo de fondo, entre Brasil y Venezuela. El cuadro canarinho se impuso dos a uno, más por oficio que por calidad, pese a la ausencia de Neymar. El gol de descuento venezolano le puso suspenso no solo al triunfo brasilero, sino a la clasificación colombiana, que estaba en riesgo con un hipotético empate a dos entre dichos rivales. El cuadro de Dunga ha dejado más dudas que certezas en esa primera fase; mientras que Venezuela, pese a su eliminación, confirma el ascenso de su fútbol.
Un primer tiempo lo definió todo
Los ecuatorianos todavía deben estar pensando en esos primeros 45 minutos fatales ante Bolivia. Tres descuidos defensivos y un penal errado les ha costado su clasificación. En el papel y en la actualidad, Ecuador era superior a los altiplánicos. Sin embargo, los partidos hay que jugarlos, y el cuadro dirigido por Gustavo Quinteros tuvo un primer tiempo para el olvido, que no alcanzó a remontar pese al esfuerzo en el complemento de aquel partido,
Todo eso debe dar vueltas en las cabezas de Enner Valencia y compañía luego del festín que se dieron los chilenos con los bolivianos. Con gran actuación de Aranguiz, quien marcó dos goles, el cuadro de Sampaoli le hizo cinco a una Bolivia que antes de jugar ya estaba clasificada a cuartos, sacudiéndose de los fantasmas del partido anterior que terminó en empate ante México, y de la polémica que causó el accidente protagonizado por su estrella de la Juventus italiana, Arturo Vidal. Ecuador se deshizo del cuadro mexicano y esperó hasta el último momento para comprobar que había sido eliminado y que de haber estado más atentos ante los bolivianos, hoy quizás se estarían preparando para afrontar los cuartos de final.
Hasta ahora no convence
Como en todas las competiciones sudamericanas, Argentina llegaba como favorito. Esta condición no se ha perdido, pero para el paladar del hincha platense, el cuadro del Tata Martino no ha convencido en su juego. Messi hasta ahora no aparece y los goles argentinos se han conseguido en base a genialidades individuales o descuidos defensivos del rival de turno. El gol de Gonzalo Higuaín ante Jamaica fue posible gracias a la pasividad de los defensores caribeños. Quienes pensaron en una goleada se equivocaron de cabo a rabo: incluso los argentinos pasaron aprietos en los últimos minutos. El uno a cero les permite pasar primeros del grupo B.
En el cotejo de fondo, Uruguay y Paraguay empataron en un partido de estilos similares. El equipo del Maestro Tabárez adelantó el marcador pero los guaraníes lo igualaron. Ambos se clasificaron con ese resultado, dejando los listados una buena imagen, de la mano de Ramón Díaz, uno de los seis entrenadores argentinos que figura en esta Copa, que vuelve a encender sus fuegos este miércoles, con el choque entre Chile y Uruguay.