Con esfuerzo y picardía
Chile se mete entre los cuatro mejores de América luego de 16 años, gracias a un esforzado triunfo ante Uruguay en medio de un mal arbitraje.
El fútbol no es un deporte de santos ni de ángeles. Para vencer a un rival difícil, a veces no basta el buen juego, la estrategia, la calidad y la velocidad. En algunas ocasiones, se tiene que apelar a la maña y a la picardía para ganar un partido.
Esto lo saben bien los uruguayos, que junto a los argentinos, de escuela parecida, saben que no solo se gana con talento y garra, sino con viveza. El fútbol del Río de la Plata ha logrado muchos campeonatos no solo por ser superiores a sus rivales, sino por hacer tiempo tirándose al piso para desesperar a sus oponentes, lanzándose al área inventando penales, demorarse para salir cuando cambian a un jugador si están ganando. Y hasta haciendo goles con la mano.
Ahora el cuadro "charrúa" ha sido víctima de ese tipo de mañas que inventaron junto a los argentinos y que de a pocos, todo el continente aprendió. La selección chilena, dispuesta a todo para lograr su primera Copa América, lo ha entendido así. Por eso Gonzalo Jara, en un momento clave del partido, decidió provocar a Edinson Cavani, el hombre más peligroso de la celeste, que además venía cargado por un problema familiar. El chileno le metió el dedo entre las nalgas, lo que generó la reacción del uruguayo, que vio de inmediato la tarjeta roja.
Antes de eso, el partido estaba muy difícil para Chile. Uruguay comenzó dominando con el empuje de Cavani y generó algunas ocasiones de gol. De a pocos, el cuadro que dirige el argentino Sampaoli se recompuso y empezó a equilibrar el asunto, hasta tomar las riendas del juego. Empero, la defensa uruguaya, con Godín y Giménez, era un hueso duro de roer. Además, si bien la Roja tiene a la que quizás es la mejor selección de su historia, carece de hombres de área como en su momento lo fueron Zamorano y Salas. El único camino que le quedaba al cuadro local era seguir insistiendo.
Una vez expulsado Cavani, el partido se hizo cuesta arriba para los uruguayos. Y los chilenos siguieron insistiendo, hasta que llegó un error del meta Muslera, que despejó un balón que fue a caer a los pies de un contrario. Este cedió el esférico a Mauricio Isla, quien pisó el área y batió con tiro rasante el arco celeste. Esto ocurrió a nueve minutos del final reglamentario.
Lo que vino después fue una expulsión exagerada a Jorge Fucile, a quien le sacaron una segunda amarilla por una falta que no ameritaba tal sanción. El mismo técnico uruguayo Óscar Tabárez, el Maestro, también tuvo que abandonar el banco de suplentes por supuesto reclamo airado. El arbitraje del brasilero Sandro Ricci ha sido el peor en lo que va de la Copa América.
Ahora Chile festeja su pase a las semifinales luego de 16 años. Una cosa como la que hizo Jara no es buena. Pero tampoco es que hayan lanzado gas pimienta a los jugadores rivales saliendo del camarín, ni que un arquero haya fingido haber sido herido por una bengala. La semana que viene intentará llegar a la final, buscando esa oportunidad que tuvo hace 28 años y que no pudo aprovechar, precisamente, contra Uruguay.
PD: En el fútbol argentino ocurrió esto y nadie se escandalizó.