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la tontería de zambrano, en la cara del árbitro. foto: ap

Por qué siempre se pierden los partidos decisivos

Publicado: 2015-06-29

De manera unánime, se dirá que la Selección peruana de fútbol perdió "dignamente" ante Chile, y que se está haciendo un buen papel en la Copa América. Que Ricardo Gareca ha generado un cambio en la blanquirroja es algo que nadie negará. Que Luis "Bloqueo" Advíncula ha jugado un gran torneo, destacándose como el mejor del Perú. Que ahora sí hay material para pelear la eliminatoria que viene.

Todo ese rollo puede ser verdad.

Pero también es cierto es que perdimos por fallas nuestras. Esas que siempre se presentan en partidos decisivos. Se sabía de antemano que el árbitro de turno iba a cobrar más faltas favorables a Chile que a Perú, no porque los chilenos le caigan simpáticos, sino porque es negocio que el local siga hasta la final. No es que esto sea normal; pero es la realidad en Chile, el Perú y la China. Por eso, un futbolista con la "experiencia" de Zambrano no puede hacer una falta como la que hizo. Y en la cara del juez. Enumerar las veces en que ha incurrido en esto daría para hacer una columna completa.

Otro error clásico del futbolista peruano es quedarse reclamando ante un supuesto fuera de juego. Real o no, lo cierto es que tanto la Selección como los clubes peruanos sufren goles en contra por esa razón, como ocurrió en el primer tanto chileno. Y después vienen las desconcentraciones y derrotas dolorosas.

Un tercer error es perder la pelota en el mediocampo y no asegurarla. Así nació el segundo gol de Eduardo Vargas, el que le dio la victoria a la Selección chilena. Claro que fue un verdadero golazo, pero nació de una pelota perdida por Paolo Guerrero, héroe de la goleada sobre Bolivia en el partido anterior. Así también nació el segundo gol que nos hizo Brasil en el primer partido de la Copa. 

Y una cuarta cuestión es tener futbolistas que no sienten la camiseta, como el señor André Carrillo.

Todo esto, agregado a otros defectos, tiene su origen en la formación del futbolista peruano, ya sea un crack como Guerrero o un jugador del Sport Loreto. Asuntos que un técnico como Gareca ha sabido maquillar en esta Copa América, aprovechando el potencial que tienen nuestros jugadores (y lo tienen, sino no habríamos quedado terceros en el torneo anterior y el Cienciano no habría ganado la Copa Sudamericana en el 2003); pero que no sabemos si podrá seguir maquillando en las eliminatorias que se vienen.

Es probable que Perú repita lo hecho hace cuatro años y vuelva a quedar tercero en la Copa América. Y lloverán los elogios y se vaticinarán buenas perspectivas para las eliminatorias. Pero una cosa es jugar este torneo, de corta duración y en la que todo el equipo está junto; y otra es jugar 18 partidos a lo largo de tres años, en la que, en partidos decisivos, se pueden volver a cometer errores como estos. Gareca podrá haber armado un buen equipo y nadie lo duda. Pero las raíces de nuestro fútbol necesitan renovarse para cambiar la mentalidad de nuestros jugadores y hacerle más fácil el trabajo a los entrenadores que vengan. Y parece que la nueva dirigencia de la Federación Peruana de Fútbol (FPF), que asumió en enero, no parece estar interesada en reestructurar las cosas. En estos seis meses no se ve ningún cambio de las estructuras. Por ese camino volveremos a sufrir como con Markarián: una rosa que crece, pero que detiene su crecimiento ahogada por las espinas. Espero equivocarme.

Y otra cosa que tiene que cambiar, y que no depende de la dirigencia de la FPF, es el periodismo deportivo nacional. En las derrotas suelen dar duro a nuestros futbolistas, poniéndolos como lo peor que puede haber, acusándolos de borrachos y mujeriegos. Pero en las buenas campañas los elevan al tercer cielo. Y nuestra opinión pública, mayoritariamente sin ninguna formación deportiva y futbolística (y además deficitaria en lo educativo), es arrastrada fácilmente por esos vaivenes mediáticos, subiéndose al coche solo cuando hay buenos resultados, y chocando con la realidad cuando ocurren derrotas (dignas como ante Chile, pero derrotas al fin). Hace falta una buena dosis de equilibrio tanto en la victoria como en la derrota. Y en eso, el periodismo deportivo peruano sí está más al fondo que nuestros futbolistas.


Escrito por

Victor Liza

Periodista pobre, pero honrado.


Publicado en

La Ruta del Salmón

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