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todo un país, encarnado en los futbolistas chilenos, corre a abrazar a alexis sánchez, autor del último penal. foto: reuters.

No hay quinto malo

Chile se corona por primera vez en América en su quinto intento, a costa de una selección argentina decepcionante

Publicado: 2015-07-05

La Selección chilena de fútbol se ha consagrado por primera vez campeona de América, algo que solo gozaron en aquel país los hinchas del Colo Colo en 1991, cuando ganaron ese año la Copa Libertadores. Luego de haber quedado en cuatro oportunidades subcampeón (1955, 1956, 1979 y 1987), esta vez se le hizo.

Lo ha hecho en casa, ante su público y ante una selección argentina decepcionante, de la que se esperaba más luego de ver un supuesto in crescendo ante Colombia y Paraguay. Martino no armó un buen mediocampo y la cosa se le complicó más cuando uno de sus baluartes, Ángel Di María, tuvo que salir de verde por un desgarro.

Los cambios no fueron los esperados, porque el mediocampo argentino no mejoró. Mucho se critica a Messi por no haber tenido el rendimiento que tuvo ante Paraguay y el que suele mostrar en el Barcelona español, pero no encontró un socio con quien juntarse y hacer su fútbol. Pastore fue bien controlado y nunca apareció. En el tiempo extra, el Tata decidió jugársela por los penales, donde careció de fortuna.

Por el contrario, Chile respetó la historia que ha sabido construir desde que Marcelo Bielsa llegó a dirigir esta selección allá por el 2007, quien no solo revolucionó el estilo de su seleccionado, sino el de todo entorno de su fútbol. Fue el que tuvo la iniciativa del partido y no temió nunca a Argentina. Medel y compañía controlaron bien a Messi y Pastore, mientras que Sánchez y Vidal generaron jugadas de peligro en el campo contrario. Si no llegaron al gol fue porque Mascherano es una muralla y Zabaleta estuvo atento en la defensa, junto al portero Romero. Ambos futbolistas fueron la excepción en un combinado albiceleste pálido e impreciso. En los penales, Chile lo definió con oficio.

Esa "generación dorada" que surgió de la mano de Bielsa, que tuvo altibajos con Claudio Borghi y que Jorge Sampaoli, aquel técnico argentino que siguió esa misma escuela de fútbol ofensivo y vertiginoso, supo enderezar, ha obtenido su máximo premio. Nunca cambió el estilo, ni en aquella victoria esforzada contra Ecuador en el debut e incluso en el complicado partido ante México. Rindió sus frutos mostrando todo su poderío, goleando a una modesta Bolivia. Y el libreto continuó ante Uruguay y Perú, más allá de cuestionables arbitrajes.

La idea se mantuvo ante Argentina, que por el contrario decepcionó. Por eso, haciendo las sumas y restas, comparando con los demás participantes, y agregándole el trabajo planificado de estos años, el campeonato es merecido.

PD: Ojalá que Gareca sea nuestro Bielsa, y no solo termine de rescatar a la selección peruana, sino a toda la organización de su fútbol.


Escrito por

Victor Liza

Periodista pobre, pero honrado.


Publicado en

La Ruta del Salmón

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